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28 Marzo, 2019

¡Peña Gómez Vive!

En el alma de cada hombre y mujer de nuestra organización, vibran los principios e ideales del Dr. José Francisco Peña Gómez, como una fuerza que nos impulsa a continuar su lucha tesonera y generosa, en favor de la equidad, la justicia social y el bienestar del pueblo dominicano.

En el corazón de cada renovador anida el sentimiento peñagomista de patria grande, libre y soberana, como la soñaran Duarte y Luperón, al igual que todos aquellos insignes patricios de nuestra historia. Independientemente de que otros compatriotas quieran o no, encauzar su quehacer político, guiados por el pensamiento e ideario peñagomista, el Partido Cívico Renovador levanta la antorcha y alumbra el camino trazado por Peña Gómez, en procura de lograr las reivindicaciones sociales y económicas de las grandes masas desposeídas, constituyéndose en la "esperanza nacional" que producirá los cambios con firme voluntad política, en el marco de la conciliación, la armonía, el respeto y el entendimiento entre hermanos unidos por el sentimiento de una misma bandera, un mismo himno, una misma nacionalidad y el mismo amor cristiano que baña la tierra de nuestros amores.

Peña Gómez vive en el alma de los renovadores, porque sus valores son los nuestros. Su generosidad, su gentileza, su amor a la patria, su enorme sensibilidad humana, su gran espíritu gregario, sus desvelos por la triste condición de las familias pobres y su lucha tenaz por una República Dominicana prospera, justa y feliz. En nuestra condición de Presidente del Partido Cívico Renovador, por la fuerza de la unión y hablando a nombre de todo el liderazgo nacional de nuestra organización, proclamo al país y al mundo, bajo el amparo de la Santísima Trinidad de Dios, nuestra firme decisión de enmarcar nuestra lucha política, sobre los principios e ideales del más grande y carismático líder de masas de América, Dr. José Francisco Peña Gómez, como forma de alcanzar para el pueblo dominicano, los beneficios de un Sistema Democrático Humanizado, introduciendo los cambios necesarios que abran las puertas y ventanas del progreso, el desarrollo y fortalecimiento de las instituciones.